miércoles, 22 de febrero de 2023

CELADOR TEMA 5. Higiene personal del Celador.

  La higiene personal del celador.



1.  Manual técnico de referencia para la higiene de manos.  OMS, 2009.

Las infecciones relacionadas con la atención sanitaria (IRAS), suponen una tremenda carga de enfermedad y tienen un importante impacto económico en los pacientes y los sistemas sanitarios de todo el mundo.  Pero una buena higiene de las manos, la sencilla tarea de limpiarse las manos en el momento apropiado y del modo apropiado, puede salvar vidas.

Por ello, la OMS elaboró unas Directrices sobre la Higiene de manos en la Atención Sanitaria basadas en la evidencia científica, para ayudar a los centros sanitaros a mejorar la higiene de manos y de ese modo, disminuir las IRAS, el Manual Técnico de referencia para la Higiene de las Manos.

El documento original en que se plasmó originariamente el Manual Técnico de Referencia para la higiene de manos es publicado por la Organización Mundial de la Salud en 2009.

A continuación, y en apartados posteriores, vamos a estudiar este Manual siguiendo la traducción que hizo el Ministerio de Sanidad de esa época, enmarcada en el Plan para la calidad del Sistema Nacional de Salud, y cuya versión completa descargable está en este enlace.

Manual especialmente dirigido a los profesionales sanitaros, formadores, observadores de las prácticas de higiene de las manos y se utiliza para implementar mejoras en los centros en función de las Directrices de la OMS sobre la higiene de manos en la Atención Sanitaria.

Proporciona info exhaustiva sobre "los 5 momentos para la higiene de manos"propuestos por la OMS, así como el procedimiento de observación de la higiene de manos, además de incluir imágenes y ejemplos prácticos, facilitando así la asimilación de los profesionales sanitarios sobre cuándo y cómo realizar la higiene de las manos, así como de su observación.

El MANUAL comienza estableciendo definiciones muy útiles para comprendere la importancia de la higiene de manos en nuestro trabajo diario.  El contendido en sí del manual se estructura en 5 PARTES.

  • Parte 1.-  Infecciones relacionadas con la atención sanitaria e higiene de las manos.
  • Parte II.- Práctica, formación y observación de la higiene de manos.
  • Parte III.- La observación de la práctica de la higiene de las manos.
  • Parte IV.- Otros aspectos de la higiene de las manos.
  • Parte V.- Lista de referencias escogidas.
El manual contiene un apéndice donde se recogen los modelos de formularios de observación y cálculo que, como veremos, son plantillas donde se reflejarán las observaciones del grado de cumplimiento. Nos centraremos en el estudio de las Partes I a IV.

DEFINICIONES IMPORTANTES.

Preparado de base alcohólica para la fricción de las manos: preparados de contenido alcohólico -líquido, gel o espuma- formulado para ser aplicado en las manos con el objetivo de inactivar los microorganismos y/o suprimir temporalmente su crecimiento.  Estos preparados pueden contener uno o más tipos de alcohol con excipientes, como principios activos y humectantes.

Procedimiento limpio/aséptico:  Cualquier actividad de asistencia que entraña un contacto directa o indirecto con mucosas, piel no intacta o un dispositivo médico invasivo.  Durante este procedimiento no debe transmitirse ningún germen.

Fluidos corporales:  Cualquier sustancia/fluido procedente del cuerpo:
  • sangre
  • Excreciones: orina, heces, vómito, meconio, loquios.
  • Secreciones: saliva, moco, esperma, leche, calostro, lágrimas, cerumen, vermis caseoso (hasta el primer baño).
  • Trasudado/exudado: líquido pleural, líquido cerebroespinal, líquido ascítico, líquido sinovial, líquido amniótico, pus, con la excepción del sudor.
  • Por extensión, cualquier muestra biológica extraída del cuerpo (incluyendo muestras de tejido, placenta, muestras citológicas, órganos y médula ósea).
Puntos Críticos:

Los puntos críticos se asocian al riesgo de infección.  Corresponden a zonas del cuerpo o dispositivos médicos que han de protegerse frente a gérmenes patógenos (puntos críticos con riesgo infeccioso para el paciente), o a zonas del cuerpo o dispositivos médicos con riesgo potencial de que la mano sufra una exposición a fluidos corporales y patógenos hemotransmisibles (puntos críticos con riesgo de exposición a fluidos corporales).  Ambos tipos de riesgo pueden producirse simultáneamente.


Guantes médicos

Guantes usados para procedimientos médicos:

  • Guantes de examen estériles y no estériles
  • Guantes quirúrgicos
  • Guantes de quimioterapia
Cuidado de las manosAcciones que disminuyen el riesgo de irritación o deterioro de la piel
Higiene de manosTérmino genérico referido a cualquier medida adoptada para la limpieza de las manos (fricción con un preparado de base alcohólica o lavado con agua y jabón), con el objetivo de reducir o inhibir el crecimiento de microorganismos en las manos
Indicación de higiene de las manosRazón por la que se debe realizar la higiene de las manos en una determinada situación
Oportunidad para la higiene de las manosMomento durante la actividad asistencial en el que es necesario realizar una higiene de manos para interrumpir la transmisión manual de microorganismos. Constituye el denominador para calcular el grado de cumplimiento de la higiene de las manos, es decir, el porcentaje de ocasiones en que los profesionales sanitarios realmente realizan una higiene de manos con respecto a todas las ocasiones observadas que lo requerirían
Fricción de las manosAplicar un antiséptico para manos para reducir o inhibir la propagación de los microorganismos sin necesidad de una fuente exógena de agua ni del enjugado o secado con toallas u otros instrumentos
Dispositivo médico invasivoDispositivo médico que se introduce a través de la piel, de una membrana mucosa o de un orificio natural
ColonizaciónPresencia y multiplicación de microorganismos patógenos sin que se produzca una invasión o deterioro de los tejidos
InfecciónInvasión y multiplicación de microorganismos patógenos en un tejido o en una parte del cuerpo que, mediante diversos mecanismos celulares o tóxicos, pueden posteriormente ocasionar una lesión tisular y convertirse en enfermedad


        

1.2. Parte I. Infecciones relacionadas con la atención sanitaria e higiene de las manos

Infecciones relacionadas con la atención sanitaria (IRAS)

Una infección relacionada con la atención sanitaria (IRAS), también denominada infección nosocomial, se define en el Manual Técnico de Referencia de la higiene de manos como «aquella infección que afecta a un paciente durante el proceso de asistencia en un hospital u otro centro sanitario, que no estaba presente ni incubándose en el momento del ingreso. Incluye también las infecciones que se contraen en el hospital, pero se manifiestan después del alta, así como las infecciones ocupacionales del personal del centro sanitario».

Las infecciones nosocomiales son un serio problema para la seguridad del paciente, puesto que se manifiestan con ocasión de la prestación de asistencia sanitaria en la que pueden influir tanto el fallo de los sistemas y los procesos como el comportamiento humano.

Las IRAS, además del sufrimiento físico y moral que ocasionan a los pacientes y sus familias, suponen un elevado coste para el sistema sanitario y consumen recursos que podrían destinarse a otras prioridades.

El rol de la higiene de manos en la transmisión de gérmenes

Los microorganismos o gérmenes responsables de las IRAS pueden ser virus, hongos, parásitos y, con mayor frecuencia, bacterias.

El vehículo más frecuente de transmisión desde la fuente de infección al paciente son las manos de los profesionales sanitarios, sea cual sea el punto de origen:

  • El propio paciente. En este caso, los microorganismos se transmiten de una parte de su cuerpo a otra, por ejemplo, de sus mucosas o de su propia piel
  • Otro paciente que hubiera sido atendido previamente
  • El mismo profesional sanitario
  • El entorno del paciente

Los gérmenes y los potenciales agentes patógenos pueden ir colonizando progresivamente las manos de los profesionales sanitarios durante el proceso de atención. Sin higiene de manos, a lo largo del tiempo de asistencia, la contaminación de las manos y los riesgos potenciales para la seguridad del paciente crecerían exponencialmente; más aún en la asistencia de pacientes inmunodeprimidos o vulnerables o cuando se utilizan dispositivos invasivos permanentes (catéteres urinarios, intravenosos, intubación endotraqueal, drenajes...).

El rol de la higiene de manos en la prevención de las IRAS

Diversos estudios han demostrado claramente que la implementación de programas bien estructurados de control de infecciones es una forma rentable de disminuir las IRAS, incluso en aquellos países y centros sanitarios con recursos limitados.

El control de las infecciones se basa en una serie de medidas sencillas y bien establecidas, de probada eficacia y ampliamente reconocidas, denominadas «Precauciones Estándar».

Estas «Precauciones Estándar» se aplican a todos los pacientes que reciben asistencia, al margen de su diagnóstico, sus factores de riesgo y su presunto estado infeccioso, disminuyendo el riesgo de que el paciente y el personal del hospital contraigan una infección. Además, este tipo de medidas giran en torno a la higiene de las manos, que se constituye indiscutiblemente como la más eficaz para el control de las infecciones. Por otra parte, puede ser necesario aplicar determinadas «precauciones de aislamiento», para evitar la transmisión por contacto, por gotas o por el aire.

La higiene de manos gana importancia en los enfoques más actuales de mejora de la calidad de tipo multimodal o de «paquetes» de medidas de intervención para la prevención de infecciones específicas como las bacteriemias o las infecciones urinarias relacionadas con dispositivos, la infección del sitio quirúrgico y la neumonía asociada a la ventilación mecánica.


1.2.1. La realización de la higiene de manos

La higiene de las manos puede realizarse frotando las manos con un preparado de base alcohólica o lavándolas con agua y jabón. Usando la técnica correcta y el producto adecuado, las manos quedan libres de contaminación potencialmente nociva y segura para la atención al paciente.

Fricción de manos con un preparado de base alcohólica

Según las Directrices de la OMS, cuando haya disponible un preparado de base alcohólica (PBA), deberá usarse de manera preferente para la antisepsia rutinaria de las manos, puesto que es la forma más efectiva de asegurar una higiene de manos óptima. Presenta, además, las siguientes ventajas:

Ventajas del uso de PBA: 
Eliminación de la mayoría de los gérmenes y virus. 
Rapidez de uso (20 a 30segundos)
Fácil disponibilidad en el punto de atención
Buena tolerancia de la piel
No necesita infraestructura (red de suministro de agua, lavabo, jabón o toalla)

Punto de atención: es el lugar donde confluyen tres elementos: el paciente, el profesional sanitario y la asistencia o el tratamiento que entraña contacto con el paciente o su entorno (en la zona del paciente). El concepto comprende la necesidad de realizar una higiene de las manos en los momentos recomendados en el lugar preciso donde tiene lugar la prestación de asistencia. Para ello es necesario que haya un producto para la HM (por ejemplo un preparado de base alcohólica) fácilmente accesible y tan cerca como sea posible: al alcance de la mano de donde se efectúe el tratamiento o la asistencia al paciente. Los productos para los puntos de atención deben ser accesibles sin necesidad de abandonar la zona del paciente.

Para seguir las recomendaciones sobre la higiene de manos rutinaria, lo ideal es que los profesionales sanitarios la lleven a cabo donde y cuándo prestan la asistencia, es decir, en el punto de atención y en los momentos señalados. A menudo esto requiere utilizar un PBA.

La disponibilidad de PBA para la fricción de las manos en los puntos de atención normalmente se consigue facilitándoselos al personal (en formato envase de bolsillo), fijándolos a la cama del paciente o la mesita de noche o adosándolos a los carritos de curas o de medicación que se llevan al punto de atención.


Imagen extraída del Manual Técnico de Referencia para la higiene de manos (OMS 2009). Traducción del Ministerio de Sanidad (2010)

Imagen extraída del Manual Técnico de Referencia para la higiene de manos (OMS, 2009). Traducción del Ministerio de Sanidad (2010)

Técnica de Higiene de Manos por fricción

Para la higiene de las manos utilice un preparado con alcohol.

Lávese las manos cuando estén visiblemente sucias.

Duración de todo el procedimiento: 20 - 30 segundos
  1. Deposite en la palma de la mano una dosis de producto suficiente para cubrir todas las superficies a tratar.
  2. Frótese las palmas de las manos entre sí.
  3. Frótese la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos, y viceversa.
  4. Frótese las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados.
  5. Frótese el dorso de los dedos de una mano con la palma de la mano opuesta, agarrándose los dedos.
  6. Frótese con un movimiento de rotación el pulgar izquierdo, atrapándolo con la palma de la mano derecha, y viceversa.
  7. Frótese la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación, y viceversa.
  8. Una vez secas, sus manos son seguras.

En cualquier caso, no deben usarse conjuntamente un PBA y jabón.

Lavado de manos

Hay que lavarse las manos con agua y jabón:

  • Cuando estén visiblemente sucias o manchadas de fluidos corporales
  • Cuando sea evidente o se sospeche que se ha estado expuesto a organismos potencialmente formadores de esporas
  • Tras el uso de los servicios

En el siguiente gráfico se explica el proceso de lavado de manos con jabón, que debe llevarnos un tiempo de entre 40 y 60 segundos para su total eficacia.

Imagen extraída del Manual Técnico de Referencia para la higiene de manos (OMS 2009). Traducción del Ministerio de Sanidad (2010)Imagen extraída del Manual Técnico de Referencia para la higiene de manos (OMS 2009). Traducción del Ministerio de Sanidad (2010)

Imagen extraída del Manual Técnico de Referencia para la higiene de manos (OMS, 2009). Traducción del Ministerio de Sanidad (2010)

¿Cómo lavarse las manos?

Lávese las manos cuando estén visiblemente sucias. Si no, utilice un preparado de alcohol.

Duración de todo el procedimiento: 40 - 60 segundos
  • 0. Mójese las manos con agua.
  • 1. Aplique suficiente cantidad de jabón para cubrir todas las superficies de las manos.
  • 2. Frótese las palmas de las manos entre sí.
  • 3. Frótese la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos, y viceversa.
  • 4. Frótese las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados.
  • 5. Frótese el dorso de los dedos de una mano con la palma de la mano opuesta, agarrándose los dedos.
  • 6. Frótese con un movimiento de rotación el pulgar izquierdo, atrapándolo con la palma de la mano derecha, y viceversa.
  • 7. Frótese la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación, y viceversa.
  • 8. Enjuáguese las manos con agua.
  • 9. Séquese las manos cuidadosamente con una toalla de un solo uso.
  • 10. Utilice la toalla parta cerrar el grifo.
  • 11. Ahora sus manos son seguras.

La forma y el momento de realizar la higiene de manos

Una higiene de manos eficaz, ya sea por fricción o por lavado, depende de una serie de factores a tener en cuenta:

  • Calidad del preparado de base alcohólica (su conformidad con los estándares europeos)
  • Cantidad usada de producto
  • Tiempo dedicado a la fricción o al lavado
  • Superficie de la mano que se ha frotado o lavado

Las acciones de higiene de las manos son mucho más eficaces cuando no se tienen cortes, las uñas son cortas y al natural, y los antebrazos están al descubierto y sin joyas.

La realización o no de una adecuada higiene de las manos tiene consecuencias en la transmisión de agentes patógenos y el desarrollo de las IRAS. No debemos considerarla como una opción, una cuestión de sentido común o una mera oportunidad; sino que responde a razones que están justificadas por el riesgo de transmisión de gérmenes durante la prestación asistencial.

Por ello es fundamental que las indicaciones sean comprensibles de manera universal, para que los profesionales sanitarios, los observadores y evaluadores y los formadores no tengan dudas sobre su interpretación.

1.2.2. El modelo de «Los cinco momentos para la higiene de las manos»

El modelo de «Los cinco momentos para la higiene de las manos» propone una visión unificada para los profesionales sanitarios, los formadores y los observadores con objeto de minimizar la variación entre individuos y conducir a un aumento global del cumplimiento de las prácticas efectivas de higiene de las manos, siendo aplicable a una amplia gama tanto de entornos como de profesiones en el ámbito de la asistencia sanitaria.

El modelo integra las indicaciones para la higiene de las manos recomendadas por las Directrices de la OMS en cinco momentos en los que se requiere higiene de manos, con los siguientes objetivos:

  • Minimizar la complejidad
  • Integrar la higiene de las manos en la secuencia natural de trabajo
  • Facilitar la comprensión de los momentos en los que existe un riesgo de transmisión de gérmenes por medio de las manos, de modo que estos se memoricen y se integren en las actividades asistenciales
  • Sintetizar la larga lista de situaciones y actividades asistenciales que requieren higiene de las manos
  • Ayudar a concentrarse en momentos esenciales integrados en la secuencia asistencial que son primordiales para la higiene de las manos
Cinco momentos para la higiene de las manos
1. Antes del contacto con el paciente
2. Antes de realizar una tarea limpia o aséptica
3. Tras la exposición a fluidos corporales 
4. Tras el contacto con el paciente
5. Tras el contacto con el entorno del paciente

Gráficamente, se ve aún mejor:

En definitiva, «Los cinco momentos para la higiene de las manos» se propone, pues, como un modelo de referencia para la apropiada realización, enseñanza y evaluación de la higiene de las manos y que sirve, sobre todo, para identificar los momentos en los que debe realizarse dicha higiene, así como para distinguir aquellos en los que no resulta útil.

1.3. Parte II. Práctica, formación y observación de la higiene de manos


En esta Parte II del Manual Técnico, la OMS nos da las pautas concretas a seguir en las tres actividades relacionadas con la higiene de las manos, es decir:

  • La práctica
  • La formación
  • La observación

Recuerda:

Higiene de las manos 
Práctica
Formación
Observación


Este apartado se subdivide en los siguientes cinco epígrafes que estudiaremos a continuación, siguiendo la misma división de materias que hace el Manual:

  1. La aplicación práctica de «Los cinco momentos para la higiene de las manos»
  2. Profesionales sanitarios a los que incumbe la higiene de las manos
  3. Actividades asistenciales e indicaciones
  4. Indicaciones y acciones de higiene de las manos
  5. Hacia una mayor comprensión de la aplicación de los cinco momentos
  6. Indicaciones para la higiene de las manos cuando se necesita utilizar guantes

1.3.1. La aplicación práctica del modelo de «Los cinco momentos para la higiene de las manos»

La necesidad de la higiene de las manos está íntimamente vinculada a aquellas actividades que los profesionales sanitarios han de desarrollar en el espacio físico que rodea a cada paciente. Cuando hablamos de la atención a un único paciente, podemos distinguir dos espacios virtuales en que se divide el área de asistencia en el que debemos trabajar:

  • La zona del paciente
  • El área de asistencia

Imagen extraída del Manual Técnico de Referencia para la higiene de manos (OMS, 2009). Traducción del Ministerio de Sanidad (2010)

La zona del paciente

Como hemos visto, el modelo de «Los cinco momentos para la higiene de las manos» se centra específicamente en los contactos que se producen en la zona del paciente durante la prestación asistencial. La zona del paciente contiene al propio paciente y su entorno inmediato, esto es, las superficies inanimadas que toca o que se encuentran en contacto físico directo con él (barandillas de la cama, mesita de noche, ropa de cama, tubos de infusión y otro equipo médico). Pero también incluye las superficies que suelen tocar los profesionales sanitarios cuando atienden al paciente (monitores, picaportes y botones, entre otros).

En cualquier caso, la zona del paciente no es un área espacial estática, sino que varía continuamente, puesto que permanece junto a él dentro del área de asistencia dondequiera que el paciente va o se encuentra en cada momento. El modelo no se limita a los pacientes postrados en cama, sino que también se aplica a los pacientes sentados en una silla o a los que visitan al fisioterapeuta en una sala de tratamiento común. Así pues, también se debe aplicar en aquellas situaciones que definen una zona temporal del paciente, como cuando se le ayuda en el baño.

Por último, cabe señalar que la zona del paciente también puede variar considerablemente en función del entorno, la duración de la estancia y el tipo de asistencia que se le presta.

Imagen extraída del Manual Técnico de Referencia para la higiene de manos (OMS, 2009). Traducción del Ministerio de Sanidad (2010)

El entorno del paciente está contaminado por la flora del propio paciente. Todos los objetos que vayan a ser reutilizados deberán ser previamente descontaminados al acceder y al abandonar el entorno del paciente.

No se encuentran dentro del entorno del paciente, por muy cerca que se encuentren:

  • Los objetos que normalmente no se destinan a la asistencia al paciente y que se trasladan con frecuencia al área de asistencia sanitaria como la gráfica electrónica o en papel, los lápices, etc.
  • Las pertenencias personales, puesto que se consideran parte de la zona del paciente y no deben sacarse de ella

Sí deberán descontaminarse tras la salida del paciente los objetos expuestos temporalmente, como las superficies de un cuarto de baño compartido, las mesas de fisioterapia o las de radiología.

El área de asistencia

El área de asistencia hace referencia a las superficies del espacio en que se desarrolla la asistencia fuera de la zona del paciente, es decir, otros pacientes y sus respectivas zonas, así como el entorno asistencial más amplio.

Por lo general, en el área de asistencia se encuentran diversos y numerosos microorganismos, incluyendo gérmenes multirresistentes. Practicar la higiene de las manos aplicando los cinco momentos, al tiempo que se atiende a los pacientes en sus respectivas zonas, contribuye a proteger el entorno sanitario general frente a la contaminación por los gérmenes del paciente.

El contacto con el paciente y con su entorno

El paciente recibe una asistencia sanitaria que, en todo caso, entraña contacto, que puede ser:

  • Directo
  • Indirecto, por medio de un objeto intermedio

Los distintos tipos de contacto son:

  • Con los efectos personales y la piel intacta del paciente
  • Con las membranas mucosas, la piel no intacta, con dispositivos médicos invasivos que corresponden a puntos críticos en lo que concierne al riesgo para el paciente, como por ejemplo, una vía vascular
  • Con un fluido corporal, (contacto real o potencial), que siempre es un punto crítico de riesgo para el profesional sanitario. Pensemos, por ejemplo, en una bolsa de recogida de orina. Se incluye además en esta categoría el contacto con las mucosas y con la piel no intacta, como puntos críticos de riesgo
  • Con los objetos del entorno del paciente

Cada tipo de contacto justifica la necesidad de una o más indicaciones para la higiene de las manos antes y después de un procedimiento con el fin de impedir la transmisión al paciente, al profesional sanitario o al área de asistencia.

1.3.2. Profesionales sanitarios a los que incumbe la higiene de las manos. Actividades asistenciales e indicaciones. Indicaciones y acciones

Abordamos en esta sección tres de los cinco apartados en que la OMS ha dividido la Parte II de su Manual Técnico de Referencia para la higiene de las manos y que está dedicada a su práctica, formación y observación.

Los profesionales sanitarios a los que incumbe la higiene de las manos

La higiene de las manos incumbe a todos los profesionales sanitarios que se encuentran en contacto directo o indirecto con los pacientes y su entorno durante sus respectivas actividades.

Las modalidades de transmisión de gérmenes serán distintas según la actividad desarrollada en cada ocasión, pero la importancia del riesgo asociado a la transmisión en una situación concreta suele ser desconocida. Es por ello que todas las personas que participan, de un modo u otro, en la prestación de asistencia sanitaria tienen la responsabilidad de detener la transmisión microbiana cuando el contacto directo o indirecto justifica la existencia de indicaciones para la higiene de las manos.

En el entorno asistencial, todas las actividades que entrañan contacto directo o indirecto con los pacientes se consideran actividades de asistencia sanitaria. Eso significa que, con excepción del personal administrativo, la higiene de las manos incumbe potencialmente a todos los profesionales de la salud, sea cual sea su ubicación, en el curso de la realización de sus tareas.

Actividades asistenciales e indicaciones

La actividad asistencial conlleva una serie de tareas diversas durante las que las manos de los profesionales sanitarios tocan distintos tipos de superficies (las manos de los pacientes, las mucosas, el catéter intravenoso, la mesita de noche, el instrumental médico, los residuos, la comida, la orina).

Es imprescindible detener la transmisión de gérmenes de una superficie a otra, dado que cada contacto puede ser una fuente potencial de contaminación de las manos de un profesional sanitario o causado precisamente por ellas. Siempre que exista un riesgo de transmisión de gérmenes, las indicaciones se aplican en el espacio de tiempo que media entre los contactos, como se aprecia en la siguiente figura:

CONTACTO INDICACIONES CONTACTO INDICACIONES.....................

Los objetivos de las indicaciones para la higiene de las manos son:

  1. Interrumpir la transmisión de gérmenes por medio de las manos:
    1. Entre el área de asistencia y la zona del paciente
    2. Entre la zona del paciente y el área de asistencia
    3. A un punto crítico con riesgo infeccioso para el paciente, como una membrana mucosa, la piel no intacta o un dispositivo médico invasivo
    4. Desde la sangre y los fluidos corporales
  2. Prevenir:
    1. La colonización del paciente por parte de patógenos potenciales
    2. La diseminación de patógenos potenciales en el área de asistencia
    3. Las infecciones causadas principalmente por microorganismos endógenos
    4. La colonización e infección de los profesionales sanitarios

Imagen extraída del Manual Técnico de Referencia para la higiene de manos (OMS, 2009). Traducción del Ministerio de Sanidad (2010)

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