Traslados dentro del centro
Hay que limitar el movimiento y traslado de pacientes infectados o colonizados con microorganismos importantes desde el punto de vista epidemiológico y sometidos a vigilancia especial, como es el caso de los MMR. Es importante asegurarse de que estos pacientes abandonen su habitación tan solo por motivos esenciales como procedimientos diagnósticos y terapéuticos que no se puedan realizar allí mismo, para así reducir las oportunidades de difusión de estos microorganismos en el hospital.
Cuando el desplazamiento sea necesario, hay que establecer las barreras adecuadas (Categoría II):
Si el paciente está con precauciones de contacto:
- .-Es importante asegurarse de que las áreas infectadas/colonizadas están bien cubiertas con los apósitos correspondientes.
- .-El personal sanitario realizará higiene de manos al inicio y final del traslado.
- .-No es necesario que tenga ninguna medida de barrera.
Si el paciente está con precauciones por gotas:
- .-El paciente debe llevar bien colocada una mascarilla quirúrgica y seguir las normas generales de etiqueta respiratoria.
- .-El personal sanitario realizará higiene de manos al inicio y final del transporte. No es necesario que tenga ninguna medida de barrera.
Si el paciente está con precauciones aéreas:
- .-El paciente debe llevar bien colocada una mascarilla quirúrgica y seguir las normas generales de etiqueta respiratoria.
- .- En caso de varicela o tuberculosis cutánea, cubrir bien las áreas afectadas.
- .-Aunque no existe evidencia para recomendar la protección del personal que transporta a un paciente con tuberculosis, cada centro debe tener en cuenta otras consideraciones adicionales relacionadas con la prevención de riesgos laborales, problemas de infraestructura, nivel de educación de los profesionales, etc.
No hay mascarillas quirúrgicas que cubran de forma adecuada a los niños pequeños. En estos casos, los pacientes se trasladan sin ella y habrá que valorar de manera individual la protección del personal sanitario encargado del transporte, aunque, en general, la capacidad de difusión aerosolizada de estos pacientes es baja.
El personal del área a la que van a ser trasladados estos pacientes debe ser informado de la llegada. Si el paciente va a ser trasladado fuera
del hospital a otra instalación sanitaria, es necesario informar, tanto al personal del vehículo de transporte como al centro receptor, del tipo de
precauciones que requiere el paciente.
Traslado y atención en centros de media y larga estancia
Los centros de media y larga estancia se caracterizan por albergar pacientes con una morbimortalidad diferente a la de los pacientes que atienden los hospitales de agudos. En este sentido, las medidas recomendadas para los centros de agudos no tienen que ser necesariamente extrapolables a los centros de media y larga estancia. Será necesario lograr un equilibrio entre las necesidades psicosociales, y las de prevención y control de infecciones.
Mantener un entorno limpio, una adherencia estricta a las precauciones estándar, especialmente la higiene de manos con productos de base alcohólica, y una adaptación práctica de las guías clínicas existentes, son medidas que tienen un mayor impacto en la prevención de las infecciones y la propagación de las resistencias a antimicrobianos en los centros de media y larga estancia que un programa de cribado generalizado o programas de vigilancia complejos que están más indicados para los hospitales de agudos.
Según estas consideraciones, se ubicará al paciente, después de tener en cuenta:
El riesgo de transmisión a otros residentes:
Alto:
- Si presenta clínica infecciosa por microorganismos multirresistentes.
- Ulceras crónicas colonizadas.
- Alteraciones de conducta.
- Bajo: Colonizado sin clínica infecciosa.
- Las alternativas posibles.
- El impacto psicológico adverso en el paciente colonizado o infectado (Categoría II).
Morbimortalidad: tasa de muertes por enfermedad en una población y en un tiempo determinados.
Otras consideraciones especiales
Pacientes inmunocomprometidos
Los pacientes inmunodeprimidos presentan un incremento de la susceptibilidad a cualquier infección nosocomial, que será variable dependiendo de la intensidad y duración de la inmunosupresión. El uso de todas estas medidas garantiza una reducción considerable del riesgo de adquisición de infecciones.
Existen medidas adicionales no mencionadas en el presente documento para estos pacientes y que hacen referencia a la prevención de enfermedades tales como la Aspergilosis y Legionelosis, recogidas en protocolos específicos.
Intervenciones Quirúrgicas
Cuando un paciente sometido a aislamiento necesite intervención quirúrgica, se debe avisar al personal de quirófanos con la suficiente antelación. La situación de infección y/o colonización por microorganismos que requieren medidas de aislamiento no debe ser motivo para retrasar la intervención, excepto que la situación clínica lo requiera.
En la medida de lo posible, la intervención se programará para la última de la jornada (tema no resuelto).
La limpieza del quirófano tras la intervención es la misma que en situaciones habituales y no se precisa cerrar el quirófano durante un tiempo determinado.
Admisión de pacientes
Los pacientes pendientes de ingreso y que precisen algún tipo de aislamiento deben tener prioridad a la hora de asignación de cama. La situación de infección y/o colonización por microorganismos que requieren medidas de aislamiento no debe interferir con la atención clínica.
Pediatría
En las áreas pediátricas, debido al tipo de pacientes e infecciones, así como a las características arquitectónicas de las unidades de hospitalización, es difícil una aplicación y seguimiento estrictos de las medidas de aislamiento. La mayoría de pacientes pediátricos que precisan aislamiento lo precisan por infecciones adquiridas en la comunidad, típicamente virus respiratorios y gastrointestinales, más prevalentes en época de frío y en lactantes.
Cada centro debe establecer las medidas a aplicar en estas situaciones (tema no resuelto).
Se deben aplicar las recomendaciones pediátricas en caso de que el niño sea incontinente o no sea capaz de cumplir con las medidas habituales de higiene y no controle de forma adecuada secreciones y exudados, es decir, niños pequeños que no colaboran (tema no resuelto).
Consideraciones especiales respecto a la Tuberculosis (TB) en Pediatría
- La TB es poco contagiosa y rara vez se necesitan precauciones adicionales si no hay tos o formas cavitarias.
- La transmisión nosocomial de la TB ocurre usualmente desde las visitas con TB no reconocida.
- No se deben permitir las visitas hasta que se descarte TB activa en las mismas.
Urgencias
La sala de espera debería disponer de un área en la que los pacientes con una posible infección respiratoria puedan permanecer separados entre sí una distancia mínima de un metro.
Además, se les debería proporcionar una mascarilla de protección estándar («mascarilla quirúrgica») y enseñarles su uso correcto, así como pañuelos de un solo uso y colocar cerca de él un recipiente donde poder desechar los usados. Una forma útil de instruir al paciente sobre las precauciones mencionadas es distribuir, en lugares bien visibles, carteles explicativos en los que una imagen simple indique por sí misma lo que se desea comunicar sin necesidad de incluir texto explicativo en diferentes idiomas. En el área de espera debe disponerse de dispensadores de solución alcohólica para la higiene de las manos, distribuidos en lugares bien visibles y de fácil acceso.
Los pacientes con inmunodepresión importante deberían ser atendidos lo más pronto posible y, en cualquier caso, mientras espera la visita, deberían permanecer separados del resto de pacientes. El paciente con una posible infección respiratoria, mientras es visitado en el box de urgencias (a menudo un espacio abierto, separado por cortinas del resto de cubículos), debería permanecer con la mascarilla quirúrgica puesta. Además, deben aplicarse el resto de precauciones así como las precauciones estándar.