martes, 10 de enero de 2023

CELADOR TEMA 2. SOPORTE VITAL BÁSICO.

SOPORTE VITAL BÁSICO.


El soporte vital básico (SVB) o reanimación cardiopulmonar básica (RCPB) es un nivel de atención que se indica para los pacientes con enfermedades o lesiones graves que amenazan a su vida, y que deben ser aplicados hasta que el paciente reciba una atención médica completa.

Cadena de Supervivencia.

Son los pasos que deben seguirse ante una persona que está padeciendo una situación de emergencia sanitaria como, por ejemplo, un ataque al corazón o una parada cardiorrespiratoria (PCR).  Es muy importante tenerla en cuenta, como, por ejemplo, un ataque al corazón o una parada cardiorespiratoria (PCR).  Es muy importante tenerla en cuenta, ya que la realización correcta de los pasos hará que las posibilidades de supervivencia del paciente o accidentado sean mayores y que, los posibles daños o secuelas sean menores.

La Cadena de Supervivencia incluye los siguientes pasos:

1.-  Reconocimiento precoz y demanda de ayuda: debe llamarse al servicio de emergencias médicas.

  • Si la persona respira pero no responde, debemos colocarle en posición lateral de seguridad y luego llamar al 112.
  • Si la persona no respira ni responde, significa que se encuentra en parada cardiorespiratoria o PCS, tendríamos que llamar al 112.

2.  Reanimación cardiopulmonar (RCP) precoz.

3.  Desfibrilación precoz.

4.  Soporte vital avanzado efectivo.

5. Cuidados post resucitación (postparo cardíaco).


Resucitación cardio pulmonar RCP

Si, ante pacientes en parada cardiaca realizamos la RCP básica de forma correcta, podemos aumentar hasta 4 veces la probabilidad de supervivencia.

Cuando nos encontramos ante una potencial víctima, el primer paso es verificar si está consciente o no (ausencia de respuesta ante nuestros estímulos).  Después, debemos seguir los siguientes pasos.

1.  Pedir ayuda.  Ya sea pidiendo la asistencia de otros trabajadores de la UUH o, si nos encontramos fuera de ella, llamando al 112, de esta forma nos aseguraremos su atención médica avanzada y la llegada de un desfibrilador mediante la activación del sistema de respuesta médica de urgencias.

2.  Abrir la vía aérea.  Lo primero que debemos hacer es permeabilizar la vía aérea de la víctima, principal causa de obstrucción de la misma suele ser la lengua, que se cae hacia la garganta, ocluyendo la vía aérea e impidiendo que la víctima pueda respirar.  La mejor maniobra para permeabilizar la vía aérea es extender la cabeza, estirando el cuello y levantando el mentón.  En caso de que hubiese sospecha de lesión en la columna cervical, habría que elevar el mentón manteniendo la cabeza en una posición neutra.

3.  Buscar ventilación.  Una vez permeabilizada la vía aérea, debemos buscar ventilación acercando el oído a la nariz de la víctima o mirando su tórax, para comprobar si hay respiración, sintiendo el aire exhalado en un tiempo menor o igual a 10 segundos.  Si la víctima tiene respiración es adecuada, debemos ir reevaluando la misma, hasta que llegue la ayuda médica avanzada.

4.  Buscar circulación:  Si la víctima tiene una respiración adecuada, podremos comprobar su circulación; en cambio, si está inconsciente o su respiración no es suficiente (exhalaciones en un tiempo menor o igual a 10 segundos).  Si la circulación es inexistente o insuficiente, debemos iniciar la RCP con 30 compresiones torácicas externas seguidas de 2 ventilaciones artificiales.  En el caso de constar con un desfibrilado, debemos utilizarlo antes de comenzar con las compresiones torácicas.

Iniciada la RCP debemos prestar atención a las compresiones torácicas y la ventilación:

Compresiones torácicas:  se realizan colocando el talón de una mano en el centro de tórax de la víctima, en el pecho, poniendo la otra mano encima y entrelazando los dedos.  Debemos estirar brazos totalmente, iniciando las compresiones empujando fuerte y rápido.

Las condiciones que deben cumplirse para que la compresión torácica sea efectiva son las siguientes:

  • frecuencia superior a 100 por minuto.
  • profundidad entre 4 y 5 centímetros.
  • equilibrar el tiempo de compresión con el del descompresión del tórax, consiguiendo que sea 50% de compresión.
  • Minimizar las interrupciones, manteniendo la RCP hasta que la víctima recobre la respiración o llegue la atención de urgencias especializada.
Ventilación:  la podemos administrar de distintas formas:

  • Boca a boca: abriendo la vía aérea de la víctima, la persona que está reanimándole respira de forma normal y sella su boca alrededor de la otra, insuflando lo suficiente para notar como el tórax de la víctima se eleva.
  • Boca a nariz:  consiste en insuflar a la víctima, utilizando la boca para ello, pero introduciendo el aire a través de la nariz de la víctima.  Esta técnica se utiliza cuando ya es imposible utilizar la boca para hacerlo, por lesiones, imposibilidad de abrirla, obstrucción.
  • Boca a estoma:  el estoma es una apertura en el cuerpo, se utiliza para insuflar respiración a la víctima cuando las otras vías no pueden utilizarse, o cuando ésta tiene un estoma, por ejemplo, en la tráquea.
  • Máscara-válvula-bolsa:  esta técnica implica a dos personas, una se encarga de las compresiones torácicas y otra de insuflar aire a la víctima a través de una bolsa.

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