sábado, 14 de enero de 2023

CELADOR TEMA 3. Diferencias entre movilización y transferencia. Ppios mecánica corporal. Manipulación pacientes.


Traslado y movilidad de pacientes. Posiciones anatómicas básicas. Técnicas de movilización de pacientes. Medios auxiliares.




Diferencias entre movilización y transferencia


En primer lugar debemos aclarar el concepto de movilización:

Se trata de un movimiento que se realiza sobre una misma superficie implicando cambios de posición o de situación.

Podemos encontrar varios tipos de movilización:

  • Activa: son aquellas que puede realizar el paciente por sí mismo, bajo la supervisión de un profesional sanitario. En ella se mueven tanto articulaciones como grupos musculares o zonas corporales. Para su realización pueden emplearse distintos dispositivos, tales como pesas, poleas, etc.
  • Pasiva: en este caso las movilizaciones son realizadas por el profesional en los distintos segmentos corporales. Se aplican en pacientes que no pueden realizar esfuerzo.

Para finalizar, debemos distinguir la movilización de la transferencia. Esta última se puede definir de la siguiente forma:

Es el movimiento que se realizan de una superficie a otra. Se considera que conlleva más riesgo en su ejecución ya que implica un cambio de plano y de superficie de apoyo y porque existe un momento en el que paciente y profesional se encuentran sin apoyo lo que puede dar lugar a una lesión más grave como es la caída accidental del paciente al suelo; de ahí la importancia de una adecuada adaptación del medio en que éstas tienen lugar.

Principios básicos mecánica corporal


Podemos reconocer como principios o elementos básicos de mecánica corporal los siguientes:

  • En cuanto a la postura: alineación corporal, es la organización geométrica de las partes del cuerpo relacionadas entre sí.
  • En cuanto a la estabilidad: el equilibrio, es un estado de nivelación entre fuerzas opuestas que se compensan y anulan mutuamente para conseguir una estabilidad.
  • En cuanto al movimiento: será coordinado de todo el cuerpo.

Además se deberá tener en cuenta los siguientes principios:

  • Cuando se trabaja a favor de la gravedad, se facilita el movimiento.
  • Los músculos se encuentran siempre en ligera contracción.
  • El esfuerzo que se requiere para mover un cuerpo depende de la resistencia del cuerpo y de la fuerza de gravedad.
  • Es importante conservar el centro de gravedad bajo, flexionando la cadera y rodillas y evitando doblar la cintura. De esta forma, se distribuye el peso de forma uniforme entre la mitad superior e inferior del cuerpo y se mantiene mejor el equilibrio.
  • Apoyarse sobre una base amplia, separando muy bien los pies, proporciona estabilidad lateral y desciende el centro de gravedad.

Manipulación de pacientes


El estudio de la manipulación de pacientes se va a llevar a cabo analizando los siguientes apartados:

  1. Normas para la movilización y traslado de pacientes
  2. Principios básicos para la movilización de pacientes
  3. Aspectos a valorar en la movilización de pacientes

 Normas para la movilización y traslado de pacientes


Las normas que debe tener en cuenta el personal sanitario para la movilización y traslado de pacientes son las siguientes:

  1. Lavado de manos siempre antes y después de la movilización o traslado.
  2. Presentarse ante el paciente y mostrarse empático para que se sienta a gusto y en confianza.
  3. Llevar un aspecto cuidado prestando atención al pelo, la barba y el bigote, todo ello bien recortado, aseado y procurando que no estorbe.
  4. Procurar que el uniforme del sanitario se encuentre en un estado cuidado y aseado para causarle una buena impresión al paciente.
  5. Utilizar la faja con habitualidad para prever lesiones de espalda baja y zona lumbar al realizar fuerza en los movimientos.
  6. Comprobar que en base a las cualidades físicas del paciente y del sanitario, podrá realizar él solo los movimientos o bien precisa ayuda de otro sanitario.

Principios básicos para la movilización de pacientes


Serán principios básicos para la movilización de pacientes por los profesionales sanitarios:

1. Adaptar el medio

Si en el hospital, centro de salud, o centro de trabajo en general se realizan los cambios necesarios que hagan posible determinados desplazamientos, transferencias y movilizaciones se estará mejorando la situación global del paciente, ya que podrá desplazarse y desenvolverse con autonomía.

2. Colaboración del paciente

Si el grado de dependencia o patología lo permite hay que hacer que el paciente participe activamente para facilitar la función de movilización del profesional sanitario.

3. Orientar al paciente

Una de las complicaciones asociadas a la inmovilidad es la desorientación, los motivos son muy variados y una parte de ellos podemos evitarlos mediante tres medidas:

  • Comenzar cualquier manejo del paciente pidiéndole que mire o girándole la cabeza, en la dirección en la que se le va girar o desplazar.
  • Emplear términos concretos y comunes a ambas personas, y no usar palabras que pueden resultar abstractas como derecha, izquierda.
  • Movilizar al paciente de forma que se desplace sobre una superficie de apoyo.

4. Emplear un único profesional

  • Hará posible realizar el trabajo cuando no hay más que una persona disponible, ya que no siempre se cuenta con dos o más profesionales.
  • La información mediada será más clara para el paciente cuando proviene de una sola persona.
  • Cuando hay dos o más profesionales interviniendo en la movilización existe una mayor dificultad para concentrase sólo en el paciente, ya que en muchas ocasiones y de forma inconsciente las conversaciones se desvían de la actividad que se está realizando.

5. Hablar poco

La información principal debe ser táctil. La información hablada que se le dé al paciente tiene que ser escueta, breve, y sobre todo, paralela y simultánea a la ejecución del movimiento.

6. Moverse simultáneamente y en dirección al desplazamiento

El profesional encargado de la movilización tiene que moverse armónicamente junto al paciente.

7. Postura del profesional

  • Mantener la espalda recta para que las cargas que actúan sobre ella lo hagan de manera vertical y así evitar contracturas musculares o cualquier otro trastorno de la columna vertebral.
  • Situarse en el lado hacia donde se va a mover al paciente.
  • Los pies deben estar separados y uno ligeramente más adelantado para proporcionar una buena base de apoyo que aumente la estabilidad.
  • Las rodillas ligeramente flexionadas, y se aumentará la flexión o extensión según se necesite ganar o perder altura.
  • El profesional debe trabajar a una altura aproximada a la altura del paciente.

8. No mover todo el cuerpo a la vez

En ningún caso hay que desplazar todo el cuerpo del paciente, sino que debe hacerse por partes, moviendo las distintas regiones corporales más pesadas de una en una y poniéndolas en dirección al movimiento, del mismo modo no debemos desplazar toda la distancia en un único movimiento, sino avanzar poco a poco, en pequeños pasos en la dirección adecuada, de esta forma se moviliza empleando el mínimo esfuerzo posible.

9. No levantar pesos

Levantar es el método que más esfuerzo requiere y el que mayor riesgo de lesión supone tanto para el profesional encargado como para el paciente, debido a esto hay que evitar cargar con pesos levantando el cuerpo del paciente.

10. No hacer daño al paciente

La movilización y transferencia no deben ser bajo ningún concepto un proceso traumático o doloroso para el paciente.

Existen determinadas zonas del cuerpo que son especialmente sensibles al dolor y que, por tanto, hay que evitar movilizar desde ellas en ningún caso, como por ejemplo: el cuello, cintura, caderas y hombros, ya que estas zonas son las que permiten la movilidad corporal.

11. Mantener el cuerpo del paciente bien alineado

Si el cuerpo del paciente está bien organizado se desplazará vertical hacia la superficie de apoyo, siendo el esqueleto el que soporte el peso, y como los huesos están preparados para esta función el resto del organismo no tendrá que someterse a ningún sobresfuerzo.


Aspectos a valorar en la movilización de pacientes

Previamente a la movilización de un paciente debemos tener en cuenta los siguientes aspectos para realizar correctamente la movilización o traspaso sin producir daños ni al propio paciente ni al profesional sanitario que se encargue de tal movilización:

  • Verificar el peso del paciente para que en base a las cualidades físicas del profesional sanitario pueda realizarlo por si mismo o bien necesite emplear ayuda de más personal o de medios mecánicos.
  • Comprobar el espacio y el material disponible y necesario para llevar a cabo la movilización.
  • Conocer el movimiento a realizar con el paciente y la técnica adecuada a emplear.
  • Realizar la movilización sobre estructuras firmes y estables.
  • Evitar el profesional sanitario torsiones y movimientos perjudiciales.
  • Tener preparado y adaptado el entorno y los medios a emplear.
  • Conocer la enfermedad o lesión del paciente para saber cómo realizar el movimiento y el contacto.
  • Solicitar colaboración de la persona a movilizar si esta puede ofrecerlo.
  • Solicitar ayuda si se requiere de otro profesional sanitario para llevar a cabo la movilización de forma adecuada y sin poner en peligro al paciente.

4. Traslado y movilidad de pacientes


Para conocer cómo será el traslado y la movilidad de los pacientes, estudiaremos a continuación este tema desarrollado en los siguientes apartados:

  • Traslado de pacientes
  • Traslado a otra unidad
  • Técnicas de movilización y transporte
  • Medios de traslado

Traslado de pacientes


En primer lugar, para acordarse el traslado de un paciente se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Motivo del traslado y medios necesarios para ello (camilla, silla, grúa, etc.)
  • Instrucción del médico o personal profesional

Los traslados se pueden dividir en las siguientes fases:

  1. Presentación al paciente
  2. Explicación del paciente del traslado a realizar
  3. Traslado

Por otro lado, es muy importante atender a la vigilancia del paciente durante su traslado, especialmente para que no se den complicaciones en su estado y sobre todo si precisara monitorización durante el traslado.

Tanto para el traslado del paciente monitorizado como para el traslado de un paciente con múltiples traumatismos se debe tener en cuenta:

  • La supervisión de un personal experto que conozca el diagnóstico y las técnicas a emplear en cada situación concreta.
  • Adoptar las medidas necesarias físicas e instrumentales que mejor se adapten a su especial situación.
  • El manejo tanto del paciente como del posible instrumental con cuidado y lentamente.

Traslado a otra unidad

Los traslados a otra unidad se realizan cuando llevamos a un paciente de un lado a otro del centro sanitario. El traslado dependerá del motivo y del estado del paciente.

Lo habitual es que los traslados los realicen los celadores.

El traslado debe realizarse con seguridad y comodidad. Debemos asegurarnos que los dispositivos que pueda llevar el paciente estén bien colocados. Las bolsas de sueros permanecerán elevadas. Las bolsas recolectoras que recogen la orina y otros líquidos que estén colgadas en sus soportes.

Los traslados a otra unidad podrán ser:

  • Traslado en camilla
  • Traslado en silla de ruedas
  • Traslado de pacientes en cama
  • Traslados con andadores, bastones o muletas
  • Traslado con ayuda de una grúa

 Técnicas de movilización y transporte


En este punto debemos distinguir de que las técnicas serán diferentes dependiendo de que se trate; de un traslado, de una movilización activa o de una movilización pasiva.

  • Traslado: únicamente para movilización del paciente transportándolo de un lugar a otro.
  • Movilización: se altera la posición del paciente sin cambiarlo de lugar.
    • Activa: el paciente es capaz de colaborar.
    • Pasiva: el paciente no colabora por imposibilidad.

Teniendo en cuenta esta distinción vamos a centrarnos en primer lugar en las técnicas que se podrán realizar cuando el paciente colabora y en segundo lugar en las técnicas cuando el paciente no colabora.

Paciente no colaborador:

  • Realizar la movilización entre 2 personas.
  1. Colocarse cada persona a un lado de la cama, frente al enfermo;
  2. Se deben colocar los pies separados así como las rodillas ligeramente flexionadas;
  3. Se debe retirar la ropa superior de la cama así como la almohada del paciente;
  4. Las auxiliares o celadores introducen un brazo por debajo del hombro del paciente y el otro debajo del muslo. Sujetan al paciente y lo levantan con cuidado hasta llevarlo a la posición deseada.
  • También se pueden colocar las dos personas al mismo lado de la cama, de esta forma:
  1. La primera persona coloca un brazo por debajo de los hombros del paciente y el otro brazo por debajo del tórax;

  2. La segunda persona desliza sus brazos a la altura y por debajo de la región glútea;

  3. Entonces elevan cuidadosamente al paciente hacia la posición requerida.

Paciente colaborador:

En este caso con una sola persona basta.

  1. Debe colocarse junto a la cama del enfermo, frente a él y a la altura de su cadera

  2. Decirle al enfermo que se agarre a la cabecera de la cama y flexionando sus rodillas, coloque la planta de los pies apoyando sobre la superficie de la cama;

  3. Se colocan los brazos por debajo de las caderas del paciente;

  4. Se le pedirá al paciente que haciendo fuerza con sus pies y brazos intente elevarse;

  5. Es entonces cuando la auxiliar o el celador -con sus brazos- deben ayudar al enfermo a subir hacia la cabecera;

  6. Si el paciente se encuentra bastante ágil, puede realizar él solo esta movilización.

Medios de traslado


En primer lugar trataremos las formas más comunes de traslado, estas son; la ambulancia, la camilla y la silla de ruedas.

Unas primeras reglas generales a tener en cuenta para los traslados serán:

  • El enfermo debe ir en todo momento abrigado y durante el tiempo que dure el traslado evitaremos que esté expuesto a corrientes y, en general, a todo tipo de esperas o demoras no justificadas.
  • Debe estar acompañado en todo momento y no se le debe abandonar salvo que se reciba una orden expresa que justifique esta ausencia.
  • Debe ser desplazado de cara hacia donde nos vayamos a dirigir, es decir, que son sus pies (o la parte de la camilla donde estén sus pies) los que deben ir en pri­mer lugar abriendo el camino. De este modo evitaremos golpes innecesarios en la cabeza.
  • La velocidad del traslado debe ser, sin correr, lo más rápido posible; ya que hay que evitar los traslados prolongados que hacen sufrir a los enfermos.
  • Se debe cuidar, cuando se trasladen a enfermos conectados a aparatos que éstos sigan en funcionamiento durante todo el tiempo que dura el recorrido (en estos casos es normal que el celador vaya acompañado por el personal de enfermería).
  • En caso de que se deba proceder a una detención, se ha de mantener la camilla o la silla frenada y sin abandonar al paciente.
  • Dentro de una institución cerrada u hospital el traslado del enfermo se debe realizar, siempre que pueda, en su cama, salvo en el caso de que se le someta a una intervención quirúrgica, para lo cual se le desplazará en la camilla para llevarlo hasta la zona de quirófano, si es que es del todo imposible hacerlo en la cama.

 Método de transporte en silla de ruedas

Antes de proceder a la operación del transporte, en lógica, se debe realizar con anterio­ridad la movilización del enfermo desde la cama a la silla de ruedas.

Movilización del enfermo: consiste en realizar una serie de operaciones que nos permi­ten colocar al enfermo en un sitio deseado o bien en una posición determinada.

Las técnicas de movilización de los enfermos van a variar según el grado de capacidad de movimientos que tenga el enfermo.

Las principales movilizaciones en el sitio que a continuación se nombran tienen lugar en la cama o camilla. La más importante es el giro del paciente, ya que es la base de los cambios posturales y el punto de partida para sentar al paciente al borde de la cama.

Siempre que sea posible hay que empezar con movilizaciones pasivas de las diferentes articulaciones como: hombros, codos, muñecas, rodillas, tobillos, etc., lo que nos ayudará a mejorar o mantener las capacidades funcionales del paciente y al mismo tiempo servirá de calentamiento para las posteriores movilizaciones que vayamos a realizar.

La movilización del enfermo desde la cama a la silla se llevará a cabo en las siguientes fases:

1. Sentar al paciente en la cama

  • Abrir y preparar la silla de ruedas.

  • Ayudar al paciente a darse la vuelta.

  • Debe ponerse un brazo bajo el cuello del paciente y sostenerle el hombro con la mano. Se deberá colocar la otra mano debajo de las rodillas del paciente.

  • Se ponen las piernas del paciente al borde de la cama y se le debe ayudar a sentarse.

2. Poner al paciente de pie

  • Poner al paciente al borde de la cama.

  • Poner el profesional los brazos alrededor del cuerpo del paciente y agarrarlo entrecruzando las manos detrás de la cintura.

  • Colocar entre las piernas del profesional la rodilla del paciente que está más alejada de la silla de ruedas, inclinándose hacia atrás, desplazando el peso y levantando al paciente.

3. Sentar al paciente en la silla

  • Girar al paciente hacia la silla mientras se le sostiene. Girarlo hacia el lado en el que el paciente tenga más fuerza.

  • Doblar las rodillas a medida que el paciente se inclina hacia el profesional para ir bajándolo lentamente hasta sentarlo en la silla de ruedas.

La movilización del enfermo desde la silla a la cama:

  • Con colaboración del paciente:
    • Se debe colocar la silla al borde de la cama y frenarla para evitar desplazamiento.
    • Se procede a pasar uno de los brazos del profesional sanitario alrededor de la cintura del enfermo para que, así, éste pueda incorporarse y subir a la cama.
    • Debe quedarse el paciente sentado sobre ella, al borde, y con los pies colgando, de esto modo pasará uno de sus brazos el profesional por debajo de los hombros del paciente y el otro brazo por debajo de sus rodillas, para así mover al enfermo y que éste pueda acostarse.
  • Sin colaboración del paciente:
    • Para movilizarlo el profesional procederá como en el apartado anterior, esto es, colocamos la silla al lado de la cama, la frenamos, etc.
    • Ambos profesionales deben situarse a ambos lados de la silla y pasarán uno de sus bra­zos por debajo de los brazos del paciente, otro de sus brazos por debajo de las pier­nas de enfermo (a la altura de los muslos).
    • Ambos profesionales se aferrarán con fuerza a la altura de sus muñecas, elevarán al paciente hasta la cama, le sentarán primero en ella y a continuación le acostarán, siguiendo el procedimiento visto anteriormente.

En cuanto al transporte del enfermo, se podrá realizar:

  • En ascensor

Hay que observar no obstante, unas reglas especiales a la hora de entrar o salir de un ascensor.

Como primera regla a seguir, la persona que lleva la silla de ruedas debe ser la primera que entre o salga del ascensor, para evitar que el paciente sufra golpes.

Debemos tener en cuenta varias técnicas:

    • De entrada: se debe girar la silla de ruedas para que el paciente quede de espaldas al ascensor.
    • De salida: de igual modo, se gira la silla para que el paciente quede de espaldas a la puerta del ascensor. Procurando salir en primer lugar el profesional y en segundo lugar la silla con el paciente.
  • En las pendientes

En esos casos se puede dar una mayor dificultad pues podemos encontrarnos con rampas de bajada. En estos casos debe situarse el profesional de espaldas a la rampa e ir descendiendo poco a poco caminando hacia atrás.

También podemos encontrarnos con rampas inclinadas. En el caso en el que nos encontráramos con una rampa muy inclinada, habrá que proceder a dar la vuelta a la silla de manera que el profesional sanitario camine de espaldas a la inclinación, pues es donde mayor peso puede aguantar.

4.4.2. Método de transporte en camilla

La camilla hospitalaria se usa para desplazar a pacientes que deben permanecer acosta­dos mientras se les mueve de un sitio a otro.

Su principal transporte se realizará mediante el ascensor:

  • a) Entrada

El celador, hay que recordarlo, empuja la camilla y se sitúa en la cabeza del pacien­te, de manera tal que lo primero que avanza son los pies de éste. Cuando llega el ascensor entrará primero el celador, tirando de la cabecera de la cama o camilla, los pies del paciente entrarán en último lugar. Si el paciente requiere ser asistido por personal sanitario, dentro del ascensor, el celador se colocará en el piecero.

  • b) Salida

Para salir del ascensor el celador abrirá la puerta y comenzará a sacar la camilla por el lado de los pies (si el ascensor fuera lo suficientemente amplio, girará la camilla dentro, y saldrá tirando de la cabecera) evitando al enfermo golpes de cualquier clase. Una vez en el pasillo, el celador girará la cami­lla, se colocará en el lado de la cabeza del paciente, desde la cual empujará hacia delante, de tal manera que los pies del paciente sean los que vayan abriendo camino.

  • c) En las pendientes

El único problema se puede plantear en las subidas. Para subir una rampa, el celador empujará por el piecero de la cama o camilla. Para bajar, el celador, caminará hacia atrás por el piecero de la cama o camilla, delante del paciente y de espaldas a la pendiente.

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