El concepto de factor psicosocial asimila las condiciones de trabajo relacionadas con:
- la organización
- el contenido del trabajo
- realización de la tarea
- Autonomía (temporal o en toma de decisiones).
- Carga de trabajo (presión de tiempos, esfuerzo de atención...).
- Demandas psicológicas del puesto, cognitivas (requerimiento de aprendizaje, de creatividad...) y/o emocionales (derivadas del trato con personas, ocultación de emociones...).
- Variedad o contenido de las tareas.
- Supervisión/participación (se toma en consideración mi opinión, se me consulta, se me informa...).
- Apoyo Social.
- si sentimos que cierta condición del trabajo nos resulta favorable, la valoramos positivamente, por lo cual influye muy positivamente en nuestra salud. Un factor psicococial positivo funciona como factor protector frente al riesgo psicosocial.
- cuando por contra, sentimos que alguna condición de nuestro trabajo nos perjudica, nos dificulta el trabajo, nos hace sentir mal en el trabajo, entendemos que es un factor de riesgo psicosocial.
¿Cuáles son los riesgos psicosociales?
- En la actualidad coexisten diferentes clasificaciones más o menos homogéneas de factores de riesgo psicosocial, respecto a las cuales existe un consenso científico y técnico amplio y razonable basado en modelos teóricos con evidencia empírica, básicamente el Modelo demanda-control-apoyo social (Karasek. R., 1979; Johnson J. et al. (1989) y el Modelo esfuerzo-recompensa (Siegrist J., 1996).
- Estos listados son dinámicos, es decir, nuevas condiciones de trabajo incorporan nuevos riesgos. Estos nuevos riesgos son conocidos como riesgos psicosociales emergentes.
Marco Europeo para la Gestión del Riesgo Psicosocial (PRIMA EF)
En las siguientes imágenes se presenta un listado de factores de riesgo psicosocial, en base a la clasificación del denominado Marco Europeo para la Gestión del Riesgo Psicosocial o European Framework for Psychosocial Risk Management (PRIMA EF). Este Marco surge a propuesta de un consorcio en el que participan distintos institutos europeos, además de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Quieres saber más?
NTP 1056. PRIMA-EF: marco europeo para la gestión del riesgo psicosocial.
. Listado de riesgos psicosociales (PRIMA EF)
¿Cuáles son los riesgos psicosociales?
- En la actualidad coexisten diferentes clasificaciones más o menos homogéneas de factores de riesgo psicosocial, respecto a las cuales existe un consenso científico y técnico amplio y razonable basado en modelos teóricos con evidencia empírica, básicamente el Modelo demanda-control-apoyo social (Karasek. R., 1979; Johnson J. et al. (1989) y el Modelo esfuerzo-recompensa (Siegrist J., 1996).
- Estos listados son dinámicos, es decir, nuevas condiciones de trabajo incorporan nuevos riesgos. Estos nuevos riesgos son conocidos como riesgos psicosociales emergentes.
Marco Europeo para la Gestión del Riesgo Psicosocial (PRIMA EF)
Existe un listado de factores de riesgo psicosocial, en base a la clasificación del denominado Marco Europeo para la Gestión del Riesgo Psicosocial o European Framework for Psychosocial Risk Management (PRIMA EF). Este Marco surge a propuesta de un consorcio en el que participan distintos institutos europeos, además de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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NTP 1056. PRIMA-EF: marco europeo para la gestión del riesgo psicosocial.
Listado de riesgos psicosociales (PRIMA EF)
El estrés laboral
Los trabajadores, de todas las categorías y profesiones. Además, el estrés laboral tiene efectos sobre la salud, tanto física como mental, pero también sobre cómo se realiza el trabajo y, por tanto, sobre absentismo, rendimiento y productividad.
El estrés laboral siempre ha estado presente en el trabajo, sin embargo está incrementando su intensidad e incidencia debido a las nuevas formas de organización del trabajado y de relaciones sociolaborales. Según datos de Eurostat, el estrés es el segundo problema de salud más frecuente entre los trabajadores tras los trastornos musculoesqueléticos. Por ello también está aumentando la sensibilización, a nivel internacional, sobre la sensibilización, a nivel internacional, sobre la necesidad de actuar frente al estrés en el trabajo.
EFECTOS O MANIFESTACIONES DEL ESTRÉS.
EFECTOS EN LAS PERSONAS TRABAJADORAS:
Los principales síntomas individuales del estrés son:
- Manifestaciones físicas y fisiológicas:
- enfermedades coronarias,
- trastornos dermatológicos.
- trastornos endocrinos y hormonales.
- trastornos respiratorios.
- trastornos inmunológicos
- trastornos gastrointestinales.
- Manifestaciones cognitivas:
- déficit de atención.
- dificultades de concentración
- déficits de memoria
- enlentecimiento del pensamiento
- dificultades de aprendizaje
- aumento de errores
- dificultad para procesar información compleja
- obsesiones
- pensamientos recurrentes
- Manifestaciones emocionales:
- irritabilidad
- ansiedad
- temor
- fobias
- impulsividad
- desconfianza
- tristeza
- apatía
- depresión
- labilidad emocional
- etc.
- Manifestaciones conductuales:
- sedentarismo
- tabaquismo
- abuso de alcohol
- automedicación
- abuso de sustancias
- conductas peligrosas o temerarias
- hábitos de sueño inadecuados
- alimentación inadecuada
- consumo excesivo de azúcares
- respuestas agresivas
- cambios en tiempos de reacción.
- alteraciones de la conducta sexual
- estados de somnolencia o hipervigilancia
- aumento de errores
- conductas antisociales
- impuntualidad
- absentismo
- Manifestaciones sociales:
- acoso
- aislamiento
- conflictos
- discusiones
- agresiones
- ausencia de comunicación y relación social
- evitación y rechazo a los demás, etc.
- inmunodepresión y enfermedades autoinmunes
- afecciones cardiovasculares, como hipertensión dolor precordial,
- aumento de la incidencia de infarto de miocardio
- otras patologías cardiovasculares.
- alteraciones y patologías digestivas como ardores, indigestión, dispepsia, vómites, diarrea, cólico, dolor, colitis ulcerosa...
- alteraciones respiratorias como la hiperventilación, tos, asma...
- afecciones cutáneas como sequedad, prurito, dermatitis, erupciones...
- trastornos musculoesqueléticos que van desde la tensión y dolor muscular al reuma.
- trastornos neurológicos como dolor de cabeza, trastornos del sueño
- trastornos ginecológicos como irregularidad en la menstruación, amenorrea, dismenorrea, etc.
- trastornos psíquicos como ansiedad, depresión, etc.
- Si las exigencias relacionadas con el trabajo son tan elevadas que el trabajador no puede hacerles frente (alta demanda), o si éste no se encuentra en situación de ejercer influencia en aspectos importantes de sus condiciones de trabajo y de poder adaptarlas (control) se produce la situación genera estrés.
- Por el contrario, cuando las exigencias son igual de elevadas, si la organización del trabajo permite al trabajador ejercer un cierto nivel de control, el resultado de la combinación es un desafío.
NTP 603: Riesgo psicosocial: el modelo demanda-control-apoyo social (I).
- Diseño o rediseñó adecuado de los puestos de trabajo (ej: definir bien las funciones de los miembros de un equipo, cargas de trabajo...)
- El rediseño de los sistemas de trabajo, mediante enriquecimiento de puestos, ampliación de tareas, creación de grupos de trabajo, sustitución adecuada de las bajas, etc.
- La organización de la jornada laboral y tiempos de trabajo, incluyendo turnos, descansos, pausas, flexibilización de horarios...
- Realización de una adecuada político de personal, que tenga en cuenta las demandas y necesidades de los trabajadores/as de planificación de carreras, de formación contínua, etc.,
- Estilo de dirección y liderazgo que permitan la participación de los trabajadores, proporcionen feed-back adecuados sobre desempeño y sean motivadores.
- Definición clara de las competencias de los trabajadores
- Diseño o rediseño de sistemas información y canales de comunicación adecuados.
- las modificaciones deben llevarse a cabo contando con la participación activa de los trabajadores y sus representantes.
- Es aconsejable instaurar los cambios de manera
- Las modificaciones deben llevarse a cabo contando con la participación activa de los trabajadores y sus representantes.
- Es aconsejable instaurar los cambios de manera progresiva para ir evaluando su efectividad.
- Es muy frecuente que las medidas implantadas requieran de ciertos ajustes para su optimización.
- Sentimientos de agotamiento, fracaso e impotencia
- Cambios en el estado de ánimo
- Desmotivación
- Baja autoestima
- Sentirse no realizado personalmente
- Bajo rendimiento en el trabajo
- Absentismo laboral
- Problemas de concentración
- Dolor de cabeza
Proceso de generación
Esta descripción de la evolución del burnout tiene carácter cíclico. Así, se puede repetir en el mismo o en diferentes trabajos y en diferentes momentos de la vida laboral.
Causas o factores desencadenantes
Son antecedentes generales del síndrome:
1) Aspectos organizativos: Estructura de la organización muy jerarquizada y rígida, falta de apoyo por parte de la organización, exceso de burocracia, falta de participación, falta de coordinación entre las unidades, falta de formación práctica en nuevas tecnologías, falta de refuerzo o recompensa, falta de desarrollo profesional, relaciones conflictivas en la organización, estilo de dirección inadecuado, desigualdad percibida en la gestión de los recursos humanos,...
2) Aspectos relativos al diseño del puesto: Sobrecarga de trabajo, exigencias emocionales en la interacción con el resto de personas, descompensación entre responsabilidad y autonomía, falta de tiempo para la atención del usuario (paciente, cliente, subordinado, etc.), disfunciones de rol (ambigüedad o sobrecarga), carga emocional excesiva, falta de control de los resultados de la tarea, tareas inacabadas que no tienen fin, poca autonomía decisional, estresores económicos e insatisfacción en el trabajo…
3) Relaciones interpersonales dentro de la organización. Trato con personas difíciles o problemáticas, dinámica de trabajo negativa, relaciones tensas, competitivas, conflictos entre compañeros y con usuarios/as, falta de apoyo social, falta de colaboración entre compañeros en tareas complementarias, proceso de contagio social del burnout y ausencia de reciprocidad en los intercambios sociales…
Concretamente, en el ámbito sanitario, de modo general podemos identificar factores que intervienen en la aparición y desarrollo del burnout, como son:
CONDICIONES PUESTO DE TRABAJO
Los cambios de turno, el trabajo nocturno y la sobrecarga laboral. Este último, por ej: está relacionado con la imposibilidad de prestar atención adecuada, el cometer un mayor número de errores, recibir quejas por parte de los pacientes, los familiares y los propios compañeros, etc., lo cual cuando se repite de manera frecuente, puede llevar a sentimientos de falta de valía profesional y pérdida de autoconfianza.
También se ha encontrado relación entre los sentimientos de agotamiento emocional y la falta de estabilidad en el puesto de trabajo y de posibilidades de promoción del personal dentro de la organización.
ATENCION AL PUBLICO PACIENTES Y FAMILIARES
La especial relación que tiene lugar entre los profesionales sanitarios y los pacientes y sus familias o acompañantes es fuente de satisfacción, pero al mismo tiempo supone una fuente de estrés crónico por el alto nivel de exigencia que conlleva para los profesionales, especialmente en determinadas unidades. Aspectos potencialmente estresantes:
- Los propios sentimientos y conductas de los pacientes: aparecen pacientes que responsabilizan al personal sanitario a todos los niveles de sus dolencias, o excesivamente demandantes de atenciones o tratamientos a los que no tienen derecho o que resultan inadecuados, o los que descalifican el esfuerzo y capacidades de los profesionales.
- Las dificultades de comunicación con los pacientes: con frecuencia el personal sanitario debe transmitir determinadas informaciones (ej. malas noticias), que requieren de una alta capacidad de comunicación. La presión asistencial puede llevar a los profesionales a centrarse en la enfermedad o la tarea específica descuidando el trato con el enfermo.
- La naturaleza de la enfermedad: las características de cada fallecimiento o padecer tienen una influencia notable. El sufrimiento prolongado, la muerte, el deterioro progresivo,... tienden a aumentar el estrés de quienes los presencian. Por otra parte, muchos pacientes llegan en situaciones en las que la cura ya no es posible, lo que lleva al personal sanitario a enfrentarse con sus propias limitaciones en cuanto sanadores, y a tener que cambiar su rol al de facilitadores de la muerte.
Efectos del burnout
Efectos sobre las personas
Las consecuencias negativas de este síndrome en la salud de las personas trabajadoras pueden ser muy graves y difíciles de revertir. Los efectos más relevantes son, en resumen:
- Psicosomáticos: cansancio hasta el agotamiento y malestar general, fatiga crónica y alteraciones funcionales en casi todos los sistemas del organismo cardiorrespiratorio, digestivo, reproductor, nervioso, reproductivo, etc.) con síntomas como dolores de cabeza, problemas de sueño, úlceras y otros desórdenes gastrointestinales, pérdida de peso, molestias y dolores musculares, hipertensión, crisis de asma, etc.
- Conductuales: conducta despersonalizada en la relación con el cliente, absentismo laboral, desarrollo de conductas de exceso, cambios bruscos de humor, incapacidad para vivir de forma relajada, incapacidad de concentración, superficialidad en el contacto con los demás, aumento de conductas hiperactivas y agresivas.
- Emocionales: predomina el agotamiento emocional, distanciamiento afectivo como forma de autoprotección, ansiedad, sentimientos de culpabilidad, impaciencia e irritabilidad, baja tolerancia a la frustración, desorientación, aburrimiento, vivencias de baja realización personal.
- Actitudinales: actitudes de desconfianza, apatía, cinismo e ironía hacia los clientes de la organización, hostilidad, suspicacia y poca verbalización en las interacciones.
- Sociales y de relaciones interpersonales: actitudes negativas hacia la vida en general, disminuye la calidad de vida personal, aumento de los problemas de pareja, familiares y en la red social extralaboral de la persona.
Efectos sobre la organización
Las consecuencias más visibles para la empresa son el incremento del absentismo y la rotación, el bajo rendimiento producido por la desmotivación, la falta de compromiso con los objetivos establecidos, costes de sustitución y de incapacidad laboral, la disminución de la creatividad en la tarea y la ineficacia para el trabajo en equipo, entre otros.
También se manifiesta un deterioro en la comunicación y en las relaciones interpersonales (indiferencia o frialdad con compañeros/as y mandos), se incrementa la conflictividad laboral con compañeros/as y clientes/pacientes/usuarios-as, hay un aumento de quejas y reclamaciones, así como la pérdida de recursos humanos (abandono del trabajo).
Evaluación
La evaluación debe centrarse en la existencia de factores antecedentes o desencadenantes que impacten o puedan impactar en la persona trabajadora y que, por su potencial nocivo, puedan originar esta patología. Esto es, evaluando los factores de riesgo desencadenantes de este síndrome (vistos en el apartado 1.4.3.). En muchos casos se precisará conocer indicios sintomáticos, que siempre pueden sondearse de forma colectiva, anónima y con consentimiento informado, para estimar el grado de exposición. Desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales hay que aclarar que el análisis no se ha de centrar en las supuestas características de la persona trabajadora que pudieran revelar una hipotética propensión o una falta de resistencia a las exigencias del trabajo, sino en las condiciones psicosociales de la organización.
Los procedimientos de evaluación pueden ser, a criterio técnico, cualitativos (entrevistas) y/o cuantitativos (pruebas psicométricas). Los instrumentos más utilizados son los cuestionarios. En la Conselleria de Sanidad, se sigue el procedimiento de evaluación específica de riesgos psicosociales mencionado anteriormente.
Prevención
Cuando el riesgo se materializa y la persona trabajadora presenta burnout, a menudo, quienes primero se dan cuenta son las personas que están a su alrededor. Resulta preciso el apoyo de las personas cercanas para evitar mayores consecuencias. Por tanto, el apoyo social es, sin duda, la variable moderadora más importante de los efectos del burnout.
No existe ninguna técnica sencilla capaz de tratar de forma efectiva el burnout. Habitualmente se realiza la intervención en varios niveles de forma complementaria. Su prevención es compleja, pero cualquier tipo de técnica adecuada en el tratamiento del estrés es una técnica válida de intervención.
Así, se puede intervenir:
1) Prevención primaria (en el origen). Mediante el control de los agentes causantes o factores desencadenantes (definición de funciones, horarios, carga de trabajo,..).
2) Prevención secundaria (medidas de protección). Modificando las respuestas individuales ante el burnout (competencias en afrontamiento del estrés,...).
3) Prevención terciaria (intervención correctiva). Esta intervención se realiza cuando una persona trabajadora estuviese afectada porque no se hubiera identificado a tiempo, actuando por tanto sobre los daños a la salud producidos por el burnout.
Los dos primeros niveles de prevención (primaria y secundaria) son preventivos pues evitan o minimizan la exposición al riesgo.
El tercer nivel de intervención (terciaria) es, en cambio, correctivo (el riesgo ya se ha manifestado y lo que se hace es corregir o minimizar sus efectos)
MEDIDAS PREVENTIVAS
A efectos prácticos, algunas acciones preventivas que se exponen, las cuales deben ser implementadas desde y por la organización, son:
MEDIDAS A NIVEL ORGANIZATIVO
Establecer programas de acogida que integren un trabajo de ajuste entre los objetivos de la organización y los percibidos por el individuo, establecer mecanismos de feedback o retroinformación del resultado del trabajo, aumentar el grado de autonomía y control del trabajo. descentralizando la toma de decisiones, disponer del análisis y la definición de los puestos de trabajo evitando ambigüedades y conflictos de rol, entre otros.
MEDIDAS A NIVEL INTERPERSONAL
Es preciso fortalecer los vínculos sociales entre los/las trabajadores/as, favorecer el trabajo en grupo y evitar el aislamiento, formarles en estrategias de colaboración y cooperación grupal o promover y planificar el apoyo social en el trabajo. Se recomienda realizar grupos de apoyo para discutir la relación con el trabajo por parte de los profesionales o dirigir bien y con un estilo adecuado, entre otros.
MEDIDAS A NIVEL INDIVIDUAL
Realizar una orientación profesional al inicio del trabajo, es importante tener en cuenta la diversificación de las tareas y la rotación en las mismas, poner en práctica programas de formación continua y reciclaje, formar en la identificación, discriminación y resolución de problemas, entrenar en el manejo de la ansiedad y el estrés en situaciones inevitables de relación con el usuario, entre otros
Complementariamente, como elementos útiles para proteger y promover un mayor control de la persona trabajadora, es interesante el uso de algunas técnicas:
- Trabajar desde las técnicas de reestructuración cognitiva (con el fin de modificar los procesos cognitivos de autoevaluación de los profesionales).
- Adiestrar en técnicas de autorregulación o control (que neutralicen o eliminen las consecuencias del síndrome): de gestión del tiempo, de delegación, de desarrollo de habilidades sociales, de asertividad, de entrenamiento en solución de problemas, etc., que mantengan la motivación y el sentido del desempeño del puesto en el trabajo.
- Aprender técnicas de relajación, yoga y otras, para que la persona esté en mejores condiciones de afrontamiento
Problema relacionado con el trabajo
Hasta el año 2022, el “burnout” estaba incluido en el CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades) entre los “problemas relacionados con la dificultad en el control de la vida” (Z73.0).
Con la nueva clasificación (CIE-11), desde el 1 de enero de 2022, el síndrome de desgaste profesional se incluye dentro de la subcategoría de “problemas asociados con el empleo y el desempleo” y es codificado como QD85: Síndrome de desgaste ocupacional. Supone la consideración del "síndrome de desgaste ocupacional" (llamado “burnout” en CIE-10) como un problema relacionado con el trabajo
Esta nueva conceptualización permite mejorar la identificación del síndrome, así como su prevención y tratamiento, facilitando el diagnóstico a los profesionales de la salud y su prevención a los profesionales de la psicosociología. Según la CIE-11, el síndrome de desgaste profesional es el “resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado con éxito. Se caracteriza por tres dimensiones: 1) sentimientos de falta de energía o agotamiento; 2) aumento de la distancia mental con respecto al trabajo, o sentimientos negativos o cínicos con respecto al trabajo; y 3) una sensación de ineficacia y falta de realización.”
La consideración del origen laboral de este síndrome supone un paso más en el reconocimiento de la importancia de los riesgos psicosociales de origen laboral. Conviene recordar que este síndrome es básicamente consecuencia de la exposición a unas condiciones organizativas nocivas que conduce a una situación disfuncional en el entorno de trabajo, ya que “el síndrome de desgaste ocupacional se refiere específicamente a los fenómenos en el contexto laboral y no debe aplicarse para describir experiencias en otras áreas de la vida” (OMS, 2019). Por ello, las estrategias de prevención primaria desde el ámbito de la psicosociología laboral son fundamentales para evitar la materialización del riesgo psicosocial y el desarrollo del síndrome de desgaste ocupacional.
La violencia en el trabajo
Factores de riesgo
Hay muchos factores que contribuyen a la violencia y el acoso en el trabajo, entre los que se incluyen los riesgos psicosociales y el estrés laboral (OIT, 2020).
Cualquier aspecto en el diseño o la gestión del trabajo que aumente el riesgo de estrés relacionado con el trabajo puede entenderse como un factor de riesgo psicosocial (estresor) en el trabajo. La violencia y el acoso pueden tener consecuencias en el bienestar físico y mental, y aumentar los niveles de estrés. A su vez, el estrés puede conducir a la frustración y a la ira, y por lo tanto ser en sí mismo un antecedente de la violencia y el acoso en el trabajo.
Los riesgos psicosociales que causan el estrés son también, aunque en diversos grados, factores que contribuyen a la violencia en el lugar de trabajo. En particular, es probable que la intimidación prevalezca en entornos laborales estresantes en los que los trabajadores están expuestos a altos niveles de conflicto interpersonal y a estilos de liderazgo nocivos.
Aunque la violencia y el acoso puede ser inducidos por otros factores no laborales (individuales, sociales, culturales,...) muchos estudios revelan un círculo vicioso de riesgos psicosociales que conducen a acoso y situaciones de acoso que derivan de nuevo en riesgos psicosociales (Eurofound, 2015, pág. 25).
o
Herramientas para la prevención
- Política de prevención. Declaración de principios y normas de convivencia para todo el personal.
- Legislación autonómica. Decreto 159/2009, del Consell, por el que se establecen las actuaciones de los órganos de la Conselleria de Sanidad en la prevención y atención de las agresiones a los trabajadores del sector sanitario público de la Generalitat.
- Planes, procedimientos y protocolos específicos de trabajo:
- Plan integral de prevención de las agresiones en el entorno sanitario. Procedimiento de gestión de las agresiones al personal del sector sanitario. Violencia externa, ejercida por personas usuarias del sistema valenciano de salud.
- Procedimiento de gestión interna de conflictos. Violencia interna, ejercida entre personas trabajadoras.
- Protocolo de actuación contra el acoso sexual y por razón de sexo en el ámbito laboral sanitario de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública. Violencia interna. Concreta y clarifica estos conceptos y los principios de actuación, así como los pasos a seguir en estos supuestos.
Todos estos planes, procedimientos y protocolos, así como la legislación, la declaración de principios y las normas de convivencia, puedes consultarlos íntegramente en www.san.gva.es.
Estrés asociado a las TIC
eExisten manifestaciones de estrés específicas asociadas al uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), como son el tecno-estrés o la tecnoadicción, que deben ser abordadas preventivamente mediante una prevención primaria y/o secundaria, actuando sobre las personas y/o la propia tecnología.
La investigación psicosocial ha estudiado la problemática de las consecuencias de la introducción de las TIC en la salud de las personas en el trabajo, como son los problemas musculares, dolores de cabeza, fatiga mental y física, ansiedad, temor y aburrimiento.
Adicción al trabajo
La adicción al trabajo se define como una necesidad excesiva e incontrolable de trabajar incesantemente, que afecta a la salud, a la felicidad y a las relaciones personales de la persona trabajadora.
Las causas del problema apuntan a unas condiciones sociales, personales y laborales que interaccionan y hacen que en un contexto laboral específico la persona trabajadora se vea afectada por esta adicción.
En la adicción al trabajo juega un papel importante el uso de tecnologías de la información y comunicación (TIC), que hacen que se pueda trabajar en “cualquier momento y en cualquier lugar”, de forma que la persona trabajadora puede estar siempre disponible, dadas las facilidades tecnológicas que le mantienen “conectada” con su trabajo e imposibilitan su desconexión digital. De ahí la importancia de regular el derecho a la desconexión digital de la población trabajadora.
¿Quieres saber más?
NTP 759: La adicción al trabajo. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo, 2007.
Tecno-estrés
El concepto de tecno-estrés está directamente relacionado con los efectos psicosociales negativos del uso de las TIC. Se define como: "un estado psicológico negativo relacionado con el uso de TIC o amenaza de su uso en un futuro". Ese estado viene condicionado por la percepción de un desajuste entre las demandas y los recursos relacionados con el uso de las TIC, que lleva a un alto nivel de activación psicofisiológica no placentera y al desarrollo de actitudes negativas hacia las TIC".
El tecnoestrés alberga otros tipos específicos:
TECNO ADICCIÓN
La tecno-adicción es un tecnoestrés específico debido a la incontrolable compulsión a utilizar TIC en "todo momento y en todo lugar", y utilizarlas durante largos períodos de tiempo. Los tecnoadictos son aquellas personas que quieren estar al día de los últimos avances tecnológicos y acaban siendo "dependientes" de la tecnología, siendo el eje sobre el cual se estructuran sus vidas.
TECNO ANSIEDAD
La tecno-ansiedad es el tipo de tecnoestrés más conocido, en donde la persona experimenta altos niveles de activación fisiológica no placentera, y siente tensión y malestar por el uso presente o futuro de algún tipo de TIC. Un tipo específico de tecno-ansiedad es la tecnofobia que se focaliza en la dimensión afectiva de miedo y ansiedad hacia las TIC.
TECNO FATIGA
Las personas podemos experimentar otro tipo de emociones negativas que no tienen que ver con una alta activación no placentera, por ejemplo, la fatiga o el cansancio mental por el uso continuado de TIC. La tecno-fatiga se caracteriza por sentimientos de cansancio y agotamiento mental y cognitivo debidos al uso de tecnologías, complementados también con actitudes escépticas y creencias de ineficacia con el uso de TIC
Prevención
Las estrategias de prevención psicosocial pueden aplicarse a nivel organizativo y/o a nivel individual.
A nivel individual, podemos decir que generalmente las estrategias que mejor funcionan son las estrategias activas, en las que la persona trabajadora hace algo para cambiar la situación, tanto si lo que pretende es cambiar la emoción de tecno-ansiedad o tecno-fatiga (ej., meditación) o como si pretende eliminar el problema (ej., exigiendo a la empresa una mejora de las condiciones de trabajo con tecnologías).
La organización ha de prever las repercusiones y establecer mecanismos para prevenir las consecuencias de las TIC. Las intervenciones se pueden clasificar:
a) Intervenciones primarias (sobre el origen)
- Orientadas a las personas: información y comunicación sobre los cambios tecnológicos que pueden influir en su trabajo y las posibles consecuencias, formación específica sobre las nuevas tecnologías en el trabajo y participación en la toma de decisiones sobre el uso de las TIC en el trabajo.
- Orientadas a la tecnología. Diseño/rediseño de los puestos de trabajo considerando las TIC, diseño tecnológico (considerando la usabilidad, amigabilidad,...).
b) Intervenciones secundarias.
- Orientadas a las personas: creación de equipos de trabajo sobre problemas específicos generados por las nuevas tecnologías,...
- Orientadas a la tecnología: sustitución o reemplazo de tecnologías que, por diversas circunstancias, se han convertido en tecnoestresores.
Sea cual sea la estrategia o estrategias utilizadas, se trata de que, en la medida de lo posible, se actúe antes de que el tecnoestrés aparezca (con medidas de prevención primaria) o, en caso de que ya esté presente, se detecte a tiempo y se actúe antes de que llegue a niveles peligrosos por las consecuencias desagradables (ansiedad o fatiga) y operativas (actitudes negativas y escépticas hacia las tecnologías y, por tanto, menos probabilidad de su uso futuro).
Legislación aplicable
El marco legal de referencia aplicable a los riesgos psicosociales es la normativa de carácter general que regula la prevención de riesgos laborales, es decir, la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) y el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención (RSP). Son de aplicación al ámbito psicosocial las obligaciones generales contenidas en el Capítulo III de la LPRL sobre "Derechos y obligaciones", en sus Art. 14 a 29 y derivadas del derecho de los trabajadores y las trabajadoras a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo y del correlativo deber de protección de la empresa.
El deber de protección frente a los riesgos psicosociales se fundamenta además en la protección de varios derechos fundamentales recogidos en la Constitución Española (CE). Más allá de la obligación de una protección efectiva frente a todos los riesgos presentes en el lugar de trabajo, la salvaguarda del derecho a la integridad moral, a la dignidad debida, a la igualdad y no discriminación, a la intimidad, a la conciliación o a la desconexión digital, requieren una gestión psicosocial adaptada a las nuevas formas de organización del trabajo a través de un diagnóstico técnicamente adecuado y de una planificación de las medidas preventivas con seguimiento y control efectivos.
En materia de violencia en el trabajo, el Convenio OIT 190, adoptado en 2019, es el primer tratado internacional para enfrentar la violencia y el acoso en el trabajo. Proporciona la primera definición de violencia y acoso en el mundo del trabajo, con inclusión de la violencia y el acoso por razón de género (C190, OIT). Junto con la Recomendación número 206, el Convenio OIT 190 reconoce el derecho de toda persona a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso, y prevé un marco común para la acción (R206, OIT). Este convenio fue ratificado por España el 25 de mayo de 2022 y entra en vigor en un año. Las disposiciones de este convenio deberán aplicarse por medio de la legislación nacional, a través de convenios colectivos o de otras medidas acordes con la práctica nacional.
Bibliografía
- NTP 704: Síndrome de estar quemado por el trabajo o "burnout" (I): definición y proceso de generación. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, 2005.
- NTP 705: Síndrome de estar quemado por el trabajo o "burnout" (II): consecuencias, evaluación y prevención. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, 2005.
- NTP 732: Síndrome de estar quemado por el trabajo o "burnout" (III): instrumento de medición. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, 2006.
- NTP 926: Factores psicosociales: metodología de evaluación. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, 2012.
- NTP 1056: PRIMA-EF: marco europeo para la gestión del riesgo psicosocial. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, 2015.
- El efecto sobre la salud de los riesgos psicosociales en el trabajo. Una visión general. Organización Mundial de la Salud, 2010.
- Violence and harassment in European workplaces: Extent, impacts and policies. Eurofound, 2015.
- Directrices básicas para la gestión de los riesgos psicosociales. Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, 2022.
n. Declaración de principios y normas de convivencia para todo el personal.
- Legislación autonómica. Decreto 159/2009, del Consell, por el que se establecen las actuaciones de los órganos de la Conselleria de Sanidad en la prevención y atención de las agresiones a los trabajadores del sector sanitario público de la Generalitat.
- Planes, procedimientos y protocolos específicos de trabajo:
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